Con esta afirmación como punto de partida se prometían unos amigos.
"Es peligroso ir solo. Toma esto". Y esto, evidentemente, era un anillo.
Raul me pidió que le hiciera estos anillos para preguntarle a Sónia si quería pasar el resto de la vida junto a él y ella dijo que si.
Algunos de vosotros ya habréis reconocido el símbolo que aparece en las alianzas y la frase con la que comenzaba este post. Efectivamente, pertenecen a "La leyenda de Zelda", una saga de videojuegos en la que el protagonista ha de liberar a su princesa.
Bonito, no? vale, y un poco friki, pero reflejaba a la perfección su personalidad y sus sentimientos, por lo tanto eran las alianzas perfectas.
Poco más tarde Raul decidió regalarle también el colgante a juego. Era el día de San Jordi, que aquí, en Cataluña, se vive como el día de los enamorados.
Y un mes antes de la boda en cuestión, me llama la novia para decirme que necesitaría unos pendientes para la ceremonia. Evidentemente a juego con el resto del conjunto.
Y por fin llegó el día... en realidad, los días, porque hubo boda civil y celebración con los amigos al día siguiente.
Guapos
Guapos
Y reguapos!!