sábado, 18 de agosto de 2018

En marcha

Este año ha sido posiblemente el año en que el taller ha estado más abandonado.

El trabajo (el que paga las facturas), la familia, el cambio de piso y muchas cosas más han ocupado demasiado tiempo, sobretodo en mi cabeza. 

Si a eso le sumamos que la joyería es un placer (aunque me estrese cuando me pongo a trabajar y quiera tirar todo lo que he hecho) y no una obligación, que no tiene metas profesionales ni económicas, el tiempo que le dedico se va encogiendo hasta que llegue el día en el que se evapore...

Pero ese día no ha llegado aún. Y con la esperanza (que aún no es una realidad) de volver a participar en la feria de artesania de Horta del próximo mes me he puesto a trabajar un poco, no demasiado, durante las vacaciones. 

Quería centrarme de veras y hacer un par de "colecciones", meditadas, con varias piezas de cada... pero la concentración no es lo mio, así que he hecho un poco de todo, como siempre.







A estas las llamo "Poso de café" y me encantan, son muy Yo.






La colección "Cuenquitos" está en color plata o con óxido negro








Los "Geométricos" tienen movimiento y no hay dos iguales



Las "Montañas" tienen unos relieves increibles


Y este colgante de corazón un poco turbio

Hay más piezas, algunas repetidas (las más básicas), algún anillo especial y cosas a medias. 

Espero que os gusten y que nos veamos, en la feria de Horta si puede ser y si no en alguna otra ocasión.

¡Gracias por seguir aquí!


jueves, 26 de mayo de 2016

Preciosas

Yo no soy muy de piedras preciosas, ni diamantes; no me emociono con una perla, la verdad. Pero sí que soy de colores, de cosas auténticas y naturales.

Hace poco un amigo me pidió unos pendientes para su mujer, con color, y yo me fuí a comprar unas piedras semipreciosas, a ver si me venía la inspiración. La verdad es que me habría comprado la mitad de la tienda, però me contuve.

Al final cayó coral, ojo de tigre, jade, quarzo rosa, amatista, malaquita y jaspe. Aquí tenéis unas cuantas esperando inspiración.


No las he usado todas, pero sí que he hecho algunos modelos distintos. A ver si os gustan!.












miércoles, 2 de marzo de 2016

Gracias

Este año una amiga (no de las de toda la vida, no, una nueva) descubrió que hacía joyas y me compró dos pares de pendientes. Me dijo que le gustaba mucho lo que hacía y cuando le entregué las cajitas con las joyas puso una cara que pensé... ay, ay.. no le gusta. Pues no era eso, resulta que ya me había comprado alguna pieza un par de años antes en una feria y había reconocido la caja y la tarjeta.

Hoy he entregado unos pendientes "Pozo" a un desconocido que se los quería regalar a su mujer. Me los encargó vía mail y hoy me ha confesado que su mujer es una "fan" de lo que hago y que está haciendo una pequeña colección Mimítika.

El mes pasado otra chica hizo algo parecido.

Por no hablar de amigos, familiares... que siempre están ahí, y que tienen una colección de creaciones mías que me hacen saltar los colores.

El mes pasado pensaba en dejar la joyería, solo para casos puntuales, pero hay días que me da una pena infinita, como hoy. Y es "culpa" de estos momentos, que me emocionan.

Muchas gracias. Aquí seguimos (de momento).

Y el sábado mercado. En el gimnasio Can Caralleu hacen una jornada de puertas abiertas con motivo del día de la mujer, con un montón de actividades para nosotras (y gratis). Además artesanía, donde  lo que hemos pagado cada expositor se dona a la Fundació ARED  (para la reinserción de mujeres en exlución social).

Y al lado del parque de la Oreneta, un lugar muy recomendable para ir con los peques.

Os espero!


miércoles, 23 de diciembre de 2015

Feria de Navidad

Ya estamos en fiestas. Este año, por diversos motivos, solo haré una feria. 

Espero veros por allí. 

Por si no es así ya os puedo desear feliz Navidad y aún mejor 2016!!


miércoles, 9 de diciembre de 2015

Mis preferidos

Cuando una es joyera o invierte parte de su tiempo en hacer joyas (como yo) de vez en cuando se siente asaltada por un instinto "maternal" hacia sus creaciones. Es cuando piensas "estos pendientes me favorecen mucho" o "he invertido demasiado tiempo en hacer esto" o el gen egoísta (un poco Gollum) que te murmura "nadie se merece este anillo más que tú".

En todos estos casos la pieza en cuestión se queda en mi joyero o, en su defecto, repartida por casa, sobre una estantería, cajón o en la repisa del espejo. Supongo que ocurre lo mismo en muchas otras disciplinas, pero no sé que haría yo si fuera pintora o escultora, supongo que el espacio de casa ya me quitaría esas ideas de la cabeza.

El caso es que hoy me apetecía enseñaros mi pequeña colección de joyas realizadas por mi que ha quedado por casa, sin ningún criterio, y que seguramente seguirá cambiando y evolucionando.

Al completo


Anillos



Pendientes



Otros



En mi día a día


Otro día igual me animo a enseñaros mis piezas favoritas atesoradas a lo largo de los años.

miércoles, 21 de octubre de 2015

César y Tati

Ya no recuerdo el día que conocí a Tatiana, pero creo que hace más de diez años. Era la novia de mi primo y los dos se venían a vivir a Barcelona desde León. 

Ahora siempre que hablo de ella digo que es mi prima, porque la considero de mi familia desde hace mucho, muchísimo tiempo. 

Puede que parezca peloteo, pero no lo es en absoluto. César y Tatiana son la pareja más amable, hospitalaria, simpática y risueña que conozco (¡que no se me ofenda nadie!). Y además como pareja se les ve súper cómplices y con el mismo cariño y respeto que cuando empezaron. 

Imaginaros el nivel de estrés que me supuso cuando me pidieron que les hiciera los anillos para casarse. Con el añadido que tenían que ser para el mes siguiente y que no sabían cómo los querían. Porque aparte de majísimos son indecisísimos (si la palabra existe). 

Así que manos a la obra. Unos anillos de oro blanco, originales, pero tampoco demasiado, iguales para los dos y cargados a tope de cariño.

Paso 1. Moldes en cera




Paso 2. Fundidos en oro blanco y esmerilados



Paso 3.- Caja personalizada, entrega de anillos, abrazos y lágrimas. 




Y vivieron felices y comieron perdices... seguro que sí!